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EE. UU. acusa de extremismo a un defensor de latinos
El inicio del juicio contra el activista en favor de la paz y de los derechos humanos estadounidense Carlos Montes estuvo acompañado por una protesta de sus partidarios en Los Ángeles. En una entrevista a RT, el acusado sostiene que los cargos en su contra son producto de una persecución política.
El defensor de los derechos de los inmigrantes en EE. UU. y activista contra la guerra ha sido acusado de cuatro delitos graves relacionados con la compra ilegal de un arma hace ya varios años. De ser declarado culpable, Montes, de 64 años de edad, se enfrentaría hasta a 12 años en prisión.
Según el pacifista, EE. UU. realiza una investigación nacional sobre el supuesto “terrorismo doméstico” de otros 23 activistas, acusados de apoyar a grupos terroristas en Colombia y Palestina. “Es solamente un pretexto para un ataque contra nuestras actividades”, sostiene Montes.
Así, cuando los pacifistas estadounidenses denuncian la intervención por parte de Washington en Irak, Afganistán o Colombia, “son muestras de solidaridad” con estos pueblos, “pero ellos lo llaman extremismo”, explicó.
El 17 mayo de 2011 agentes del FBI irrumpieron en la residencia de Montes, cofundador de la Coalición de Inmigración del Sur de California, donde confiscaron computadoras, teléfonos celulares y documentos.
El pretexto para el arresto ha sido la posesión supuestamente ilegal de un arma de fuego por parte de Montes. El FBI alega a un antecedente penal de hace décadas. En 1969 Carlos Montes fue arrestado camino de su casa tras una manifestación de estudiantes por haber atacado a un policía con una lata vacía.
Ahora los partidarios de Carlos Montes temen que será difícil evitar que lo consideren culpable debido a la polémica ley sobre la custodia de sospechosos de terrorismo, promulgada por presidente Obama el 31 de diciembre de 2011.
Solidaridad considerada extremismo
Sin embargo, el propio Montes, denuncia que “son cargos falsos”. “Es una represión política por parte del Gobierno de EE. UU. contra mi activismo antiguerra y en solidaridad con los pueblos oprimidos del mundo como México, Colombia o Palestina”, dijo Montes a RT en una entrevista exclusiva concedida vía Skype en la víspera del comienzo del juicio.Según el pacifista, EE. UU. realiza una investigación nacional sobre el supuesto “terrorismo doméstico” de otros 23 activistas, acusados de apoyar a grupos terroristas en Colombia y Palestina. “Es solamente un pretexto para un ataque contra nuestras actividades”, sostiene Montes.
Así, cuando los pacifistas estadounidenses denuncian la intervención por parte de Washington en Irak, Afganistán o Colombia, “son muestras de solidaridad” con estos pueblos, “pero ellos lo llaman extremismo”, explicó.
¿Lucha contra el terrorismo interno o represión?
Un “programa de represión” permitió a las autoridades norteamericanos atacar durante un década a la comunidad musulmana en el país: “los detenían y deportaban” por sospechas de terrorismo. “Ahora están usando al FBI para atacar también a los activistas pro inmigrantes que protestamos por los derechos de la gente latina que vive dentro de EE. UU.”, comentó Montes.El 17 mayo de 2011 agentes del FBI irrumpieron en la residencia de Montes, cofundador de la Coalición de Inmigración del Sur de California, donde confiscaron computadoras, teléfonos celulares y documentos.
El pretexto para el arresto ha sido la posesión supuestamente ilegal de un arma de fuego por parte de Montes. El FBI alega a un antecedente penal de hace décadas. En 1969 Carlos Montes fue arrestado camino de su casa tras una manifestación de estudiantes por haber atacado a un policía con una lata vacía.
Ahora los partidarios de Carlos Montes temen que será difícil evitar que lo consideren culpable debido a la polémica ley sobre la custodia de sospechosos de terrorismo, promulgada por presidente Obama el 31 de diciembre de 2011.
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