Vladímir Zelenski redactó con ayuda de sus aliados europeos una respuesta ambigua a las iniciativas de paz impulsadas por Donald Trump que se resume, en esencia, a un "Sí, pero…", reporta The Wall Street Journal.
El líder del régimen de Kiev manifestó su apertura a celebrar elecciones en Ucrania, pero condicionó este paso a la instauración previa de un alto el fuego. En el mismo tono, aceptó discutir límites al tamaño de las Fuerzas Armadas de Ucrania, pero insistió en que cualquier tope debe partir del nivel actual.
El futuro de la mayor central nuclear de Europa, que se encuentra bajo control ruso, también fue abordado con cautela. Zelenski no descartó que Rusia mantenga cierto grado de participación, pero subrayó que el control principal debería recaer en Ucrania y EE.UU.
La fórmula adoptada por Zelenski pretendió evitar un choque frontal con Washington, alineándose formalmente con la visión de paz del presidente de EE.UU., y al mismo tiempo tranquilizar a la opinión pública ucraniana, ya que el líder del régimen de Kiev no se apresuró a asumir concesiones que puedan socavar su legitimidad política interna.
Entre las cláusulas del plan de 28 puntos presentado por EE.UU. a finales de noviembre figuraba la inadmisibilidad de Ucrania en la OTAN, la convocatoria de elecciones en un plazo de 100 días y concesiones territoriales.
Según el periódico, Zelenski ha trabajado con líderes europeos para reescribir el documento, ajustándolo a las exigencias de su régimen, sin rechazarlo abiertamente.
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